¿Qué es la leche sin lactosa y cómo se produce?
La leche sin lactosa o deslactosada es una leche a la que se le ha agregado lactasa, que es la enzima encargada de descomponer la lactosa en azucares más fáciles de digerir. Dicha descomposición trae como consecuencia el sabor dulzón de la leche para intolerantes a la lactosa.
¿Quiénes deben consumir leche sin lactosa?
La leche sin lactosa es un producto específico para intolerantes a la lactosa, ya que se le ha adicionado una enzima que puede ocasionar náuseas, estreñimiento o alergias a algunos medicamentos.
¿Hay alguna diferencia en el sabor o la textura de la leche sin lactosa comparada con la leche regular?
Si, el sabor de la leche es más dulce, ya que se liberan los azúcares debido a que la lactosa es una molécula de glucosa y una molécula de galactosa. Esta última, es importante para la formación de las membranas celulares del sistema nervioso. Además, es necesaria para la absorción de minerales como el calcio y el fósforo.
¿Cómo afecta la leche sin lactosa a la digestión en comparación con la leche regular?
Estudios muestran que las personas intolerantes a la lactosa pueden llegar a crear resistencia, ya que cuando la lactosa demanda la lactasa y no la encuentra, comienza el proceso de fermentación donde aparecen las bacterias ocasionando la formación de gases intestinales y la diarrea. Sin embargo, tras haber atravesado este traumático proceso, las bacterias amigables pueden ir generando mecanismos para sintetizar la lactosa, lo que no pasará al consumir siempre alimentos deslactosados.
¿Pueden los niños beber leche sin lactosa?
Si un niño es intolerante a la lactosa, podemos recurrir a la leche deslactosada, ya que en ella se conservan las grasas, las proteínas y las vitaminas que posee la leche en su estado natural. Lo único que se altera en la leche sin lactosa son los azúcares que son descompuestos para hacer que la digestión sea más fácil.
