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La relación entre la alimentación y el sueño de los bebés

El sueño infantil es una de las mayores preocupaciones de las familias. Cuando un bebé no duerme bien, muchas veces surge la duda de si tiene hambre, si la última toma fue suficiente o si algún alimento puede estar afectando a su descanso. La realidad es que existe una conexión muy estrecha entre alimentación y sueño del bebé: lo que come, cómo come y en qué momento lo hace influye directamente en la calidad del sueño infantil.

¿Por qué la alimentación influye en el sueño del bebé?

En los primeros meses de vida, los despertares nocturnos son completamente normales, ya que el bebé necesita alimentarse con frecuencia. Sin embargo, a medida que crece, su sistema digestivo madura y sus ciclos de sueño comienzan a ser más largos. En esta etapa, una rutina de alimentación adecuada puede marcar la diferencia: horarios regulares y comidas equilibradas ayudan al bebé a descansar mejor y a conciliar el sueño con más facilidad.

Nutrientes y alimentos que ayudan a dormir mejor

Hay nutrientes que tienen un papel clave en el descanso del bebé:

  • Triptofano: presente en la leche materna y en alimentos como el plátano o la avena, ayuda a producir serotonina y melatonina, hormonas relacionadas con el sueño.

  • Hierro: su déficit puede provocar más despertares nocturnos y sueño de mala calidad.

  • Magnesio y calcio: facilitan la relajación y un sueño profundo.

Durante la lactancia materna o artificial, estos nutrientes ya están presentes, pero cuando llega la etapa de la alimentación complementaria, elegir bien los alimentos es clave para ayudar a que el bebé duerma mejor.

Rutinas de alimentación que favorecen el descanso

Más allá de los nutrientes, la organización de las comidas tiene un impacto directo en el sueño del bebé:

  • Evitar tomas muy grandes justo antes de dormir, para no dificultar la digestión.

  • Ofrecer cenas ligeras y fáciles de digerir cuando ya está en alimentación complementaria.

  • Mantener horarios regulares de comidas y sueño, creando una rutina predecible que aporte seguridad.

  • Reducir azúcares y ultraprocesados en la tarde-noche, ya que pueden afectar negativamente al descanso.

Hábitos saludables para mejorar el sueño infantil

El sueño no depende solo de la alimentación. Crear un entorno tranquilo, sin pantallas ni luces brillantes antes de dormir, establecer rutinas de baño y relajación, y mantener horarios estables son hábitos que, junto a una alimentación saludable, ayudan a que el bebé tenga noches más tranquilas.

Todos podemos tener noches en calma y estamos aquí para ayudarte a conseguirlas.
Si quieres saber más o necesitas un acompañamiento personalizado en el sueño infantil, contacta con nuestra colaboradora Joana en calmabebe.info@gmail.com.

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